martes, 27 de mayo de 2014

LO PEOR ESTÁ POR VERSE


Lo sucedido el pasado domingo con Juan Manuel Santos y su sequito de aduladores, autodenominados “unidad nacional” es bochornoso, pues a pesar de haber concentrado todo el andamiaje estatal a una personal intención electoral y embadurnar de mermelada las administraciones municipales a lo largo y ancho del país, no logro que su coqueta mirada, en algunas ocasiones depilada en exceso, sedujera a la mayoría de los electores. Ni siquiera las alianzas clientelistas, con las que de forma sutil pretendió resquebrajar partidos políticos como el Conservador o la Alianza verde, le valieron para vencer al candidato del que otrora pavoneaba como su mentor y del que hoy se jacta de enfrentar por lo nefasto que fue para el país. Los anaqueles de la historia ya cuentan con un lugar especial para el presidente que sumado a lo anterior, convirtió los medios de comunicación sin excepción, en jefaturas de prensa alternas de la campaña reeleccionista; y que a pesar de contar con todo a su favor no logro salir victorioso apabullantemente de la primera batalla electoral, sino por el contrario ocupar un deshonroso segundo lugar.

Sin embargo, y tal vez obnubilado por la coba de las rémoras que le siguen, el presidente no se percató de la falta de identidad entre el país en el que vive la “unidad nacional” y el país en el que vivimos los más de 9 millones de colombianos que no votamos por él; prueba de ello fue su discurso de aceptación de la derrota, carente por cierto de profundidad y altura, en el cual estímulo a mas no poder la polarización funesta a la que irresponsablemente nos conduce, guerra y paz, esperanza y miedo, pluralismo y unanimidad y entre un supuesto Estado de derecho y el todo vale; simplificando en exceso el debate presidencial y restándole importancia a la disputa en la que se encuentra.

Estas semanas, para los que disfrutamos de la política será supremamente aburrida y desestimulante. La búsqueda inescrupulosa de votos; las emisiones de los noticieros hasta en las secciones de farándula pretendiendo explicar los que el candidato presidente, con su problema de tartamudez, no puede; el expresidente Gaviria energumen@ gritando en la plaza pública ¡¡¡Uribe mentiroso¡¡¡; bacata dando catedra de humildad y democracia; la cabeza más brillante y calva del país hurgando hasta las basuras en la búsqueda de imputaciones que eliminen de tajo competidores; recursos del erario público despilfarrados en el multicolor ajuar reeleccionista…en fin, nos espera un debate presidencial de altura.

No puedo dejar de lado la parte decente de estas elecciones, mucho menos arregladas y maquilladas – y ligeramente más femeninas- que nuestro candidato-presidente, las vencedoras de la jornada; Marta Lucia Ramírez del Partido Conservador, quien a pesar de recibir los embates permanentes de la mermelada estatal y el sectarismo aniquilador de algunos expresidentes, logro conquistar las bases de un histórico partido que se niega a desaparecer. Y Clara López del Polo Democrático, representando la verdadera izquierda nacional. Estos partidos demostraron, ajenos a caudillismos vanidosos y ególatras, que las propuestas estructuradas y programáticas y las ideologías responsables, si encuentran receptividad en un desinflado electorado hastiado de las prácticas putrefactas de la política actual.    


No hay comentarios:

Publicar un comentario