martes, 29 de abril de 2014

EL VENTILADOR DE LA PICOTA


Enquistada en las tertulias que se desarrollan en la ciudad, desde el antiguamente celebre y exclusivo campo de golf hasta la más humilde tienda de los asentamientos ilegales, ha emergido las posibles salpicaduras del “ventilador” que desde la picota encendería el funestamente famoso exalcalde de Cúcuta. Evidencia importante que nos permite deducir que sus tentáculos no solo se limitaron a permear las esferas del poder, sino que se pavoneó entre los más representativos sectores de la sociedad local, obnubilada por el signo pesos que brotaba de sus campechanas intervenciones.

Increíblemente triste que los tentáculos de un condenado continúen generando replicas en la vida local; increíblemente triste que aún se construyan alianzas políticas en torno suyo y continúe siendo el prohombre que maneja (junto a sus secuaces) los hilos invisibles del poder; increíblemente triste que a pesar del daño que le hizo a la ciudad, pretenda con el individualismo característico de los reos, enlodar aún más la ya marchita y sucia política regional; pasándola de los debates y las propuestas que conquistan electores, a los estrados judiciales utilizados ahora como herramientas que procuran la eliminación del adversario con la amenaza latente de ocupar un lugar en algún pabellón penitenciario, por que como se conoce en el argot popular, actualmente una medida de aseguramiento no se le niega a nadie.

En un acto de contrición para con la ciudad que le dio todo, no solo a usted sino a sus generaciones venideras, encienda ese ventilador inquisitivo, pero enciéndalo sin limitación alguna, permítanos conocer quienes prefirieron su lucro personal y su insaciable apetito de poder al interés y el desarrollo de la ciudad; no simplemente utilice su brisa maligna para enlodar unos pocos y fortalecer a sus coequiperos de turno, pues frustrante favor le haría a la noble, leal y valerosa, entregándola a merced de una clase dirigente ambiciosa y agazapada temerosa de enfrentar a sus contrarios con los instrumentos democráticos existentes.


Puede ser, que consecuencia de la redacción de estas líneas este servidor pase a ser parte activa de incriminaciones artificiales, a pesar que para la época de los hechos fungía como un humilde provinciano estudiante en tierras capitalinas, sin embargo ya está bueno de guardar silencio y prudencia, es hora de tomar partido y expresar a viva voz que en la ciudad… ¡¡¡NO TODO VALE¡¡¡

viernes, 25 de abril de 2014

¿Y DÓNDE ESTÁ EL ABOGADO?


Risible, indignante y avergonzaste resulta en mi condición de abogado la majestuosa actuación jurídica de nuestro ególatra y depilado presidente, a propósito del anuncio de la impugnación del fallo de tutela que le ordeno dejar sin efectos el decreto de destitución del Hugo Chávez criollo, el “demócrata” Gustavo Petro.

En primer lugar, quisiera iniciar por releer y restudiar la definición de impugnación, y recuerdo que en los helados recintos del Externado, enquistado en las montañas capitalinas, nos enseñaban que la misma hace referencia a la intención de combatir, contradecir o refutar una decisión judicial que el impugnante no comparte, con la intención de que la misma sea revisada por el superior jerárquico del que la emite y de esta forma pretender que se modifique, confirme o revoque, ¡¡¡antes de cumplirla¡¡¡.

Así las cosas, no le veo el menor asomo de coherencia jurídica al anuncio del gobierno de impugnar lo que dócilmente ya cumplió. Por el contrario, el desbarajuste que se avecina por esta irresponsabilidad es de protuberantes dimensiones, pues fácilmente en un par de días, y como es costumbre, veremos a nuestro narciso presidente con el rabo entre las piernas reculando, bajo el argumento de ser un estadista arraigado a las disposiciones legales y judiciales, y nuevamente Petro, su sequito socialista y su mascota Bacata a la plaza de central de la cada vez más caótica capital colombiana.

Por otro lado, no quisiera dejar de lado la inconsistencia que tampoco percataron los eruditos juristas de palacio, consistente en que los fallos de tutela NO pueden dejar sin efectos actos administrativos, competencia que descansa exclusivamente en la máxima corte de lo contencioso administrativo (Consejo de Estado); lo que sí puede un juez de tutela es ordenar la inaplicación de las ordenes contenidas en el mismo, orden que si está dentro de su resorte competencial, pero que para este caso brillo por su ausencia.
Los abogados de palacio deberían despreocuparse por el descenso vertiginoso de su jefe en las encuestas o por permear aún más con mermelada la sucia política nacional, y dedicarse a estudiar antes de autorizar las nefastas intervenciones Juanma y no ridiculizar más nuestra ya desprestigiada profesión.


lunes, 21 de abril de 2014

DESPERSONALIZAR EL DEBATE, RETO PARA LA DEMOCRACIA


Flaco favor a la democracia le hace la polarización que se enquista fuertemente en la realidad nacional, fortalecida en estos días por los enfrentamientos y acusaciones personales entre los “eruditos” de la política criolla, basando sus incriminaciones en aspectos netamente subjetivos, gobernados por la vanidad y el protagonismo propio de los gamonales ventijulieros tan pasados de moda, y que dejan de lado lo que otrora era el insumo esencial del debate electoral, las propuestas y la elocuencia del candidato.
Muy lamentable resultan las escenas grotescas cubiertas de fina verborrea entre los miembros del aquelarre presidencial y su antiguo jefe el expresidente Uribe, carentes desde cualquier óptica de los fundamentos reales del debate político (respecto de lo cual cabe preguntarnos ¿Por qué hicieron parte activa del anterior gobierno si era tan malo?); nutrido y alentado, eso sí, por el amarillismo de los medios de comunicación, reflejo vivo de la carente, por no decir inexistente, responsabilidad social y profesionalismo en el ejercicio de su función, pues no en vano sus diarias emisiones y tirajes en nada promocionan las propuestas estructurales que propendan por superar los problemas de la nación o en nada estimulan el debate abierto y sin guiones de los aspirantes presidenciales, construyendo de esta forma una visión miope de lo que en realidad significa la elección presidencial, movidos únicamente por el lucro que la publicidad de sus patrañas genera.   
Ni que hablar del vergonzoso papel que están desarrollando los partidos políticos, quienes por antonomasia fungían como vasos comunicantes entre gobernantes y gobernados, convertidos ahora, consecuencia de la diabetes que trajo la “mermelada” presidencial, en fragmentos carentes de representación cuya ideología se diluyo de forma lenta e imperceptible ante la mirada cómplice de sus directivos, los cuales utilizan sus banderas como plataforma que permita, al mejor estilo de Judas Iscariote, anteponer sus intereses particulares sobre los generales. Esta carente ideología les impide tomar partido en forma responsable en los asuntos nacionales, despersonalizando las discusiones prelectorales y eliminando de tajo el asomo de peligrosos caudillos que con sus cantos de sirena conquistan un electorado cada vez más desencantado por la avaricia del político de turno y cada vez más confundido con la información parcializada que recibe de los comunicadores.
Despersonalicemos el debate, el candidato debe convertirse en la cabeza visible de un conglomerado organizado que se identifica no con la persona, sino con la ideología que representa, extirpemos los santistas, los uribistas, los peñalosistas o los petristas, y que florezcan los liberales, los conservadores, los progresistas, en fin, que germinen los partidos políticos con ideologías identificadas y claras, que impidan de forma directa los enfrentamientos subjetivos entre los protagonistas políticos de momento, otorgándonos a nosotros los electores de a pie las herramientas necesarias para votar, al mejor estilo de las democracias robustas y responsables, por un partido y no por un candidato; eliminando de paso de la escena nacional personajillos nefastos, que revolotean de partido en partido que despotrican de su anterior jefe y adulan la ineptitud del actual, en busca de la sombra protectora de la burocracia y el dulce néctar de la mermelada gubernamental. 


Nota marginal: Reconocimiento especial a mis amigos Diego Chacón y Rafael Carillo, cerebros fugados, que con la humildad y abnegación de los filántropos de forma permanente realizan aportes al desarrollo de la humanidad, marginales a los reconocimientos y halagos de la vacía sociedad.    

martes, 15 de abril de 2014

CÚCUTA, LA AMANTE NO AMADA


Sentimientos de impotencia, rabia, tristeza y desanimo, embargan mis pensamientos desde el pasado “viernes negro” 11 de abril de 2014, día en el cual con la parafernalia típica de los ineptos y acompañado de su aquelarre presidencial, se anunciaron ante los medios de comunicación las “medidas” de choque que el gobierno nacional presentaba para la ciudad.
Limosna sin planificación que en nada coadyuva la salida a una profunda y estructurada crisis socioeconómica, que al pasar de los días no solo se consolidada, sino que también carcome los bolsillos de los ciudadanos, y sin compasión alguna corroe los principios estructurales de toda la sociedad, no en vano hacemos parte del vergonzoso ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo. Todo esto ante las miradas inactivas, complacientes y cómplices de nuestros “dirigentes” políticos y gremiales, asistentes al sainete convocado por el desprestigiado y reeleccionista Palacio de Nariño y en el cual su visión servil, limitada por el individualismo, solo les permitía aprobar el monologo perfectamente redactado por el telepronter estatal.
Medidas impactantes que afronten en debida forma la crisis, verdaderos incentivos que motiven la constitución de paliativos estructurales, brillaron por su ausencia; no se escuchó debatir por ejemplo sobre la exención del impuesto de renta y complementarios por un periodo a las empresas o personas jurídicas (nuevas y existentes) que se constituyan y localicen físicamente en la jurisdicción del municipio, exención que podría extenderse a los socios, accionistas, afiliados, partícipes y similares por los ingresos que a título de dividendo, participaciones, excedentes, utilidades, reciban de las mismas; ni por equivocación se habló de la devolución o compensación del impuesto a las ventas pagado en importaciones o adquisiciones que realicen las personas jurídicas nuevas de bienes de capital, para ser instalados o utilizados como activos fijos de una actividad productora; ni mucho menos apareció en escena un posible cambio en la utilización del impuesto a las operaciones financieras (4x1.000) para la zona de frontera con la intención de financiar los gastos ocasionados por las medidas que se adopten para la rehabilitación y desarrollo de la misma. No, simplemente nos limitamos a recibir la limosna gubernamental, sin ruborizarnos en lo más mínimo.
De ser la cuna de la vida Republicana de la nación (constitución de 1821) y la tan clamada frontera terrestre más activa del continente, pasamos a convertirnos en la concubina enamorada cuyas muestras de afecto de su amante rayan permanentemente en limosna sentimental, reflejo del miserable lugarque ocupa en su corazón y que no es percibido por aquella debido a que las vendas del amor que le profesa cubren por completo sus ojos. En qué momento la esencia del “dirigente” coterráneo –empresarial y político- se convirtió en un ave rapaz, capaz de recibir y soportar toda clase humillaciones con tal de poder robustecer y fortalecer ostensiblemente su peculio, a costa de la decadencia de su terruño y el de sus paisanos.
En qué momento nos convirtieron en la amante no amada.



viernes, 11 de abril de 2014

MÁS PAPISTAS QUE EL PAPA


Multitudinarias reacciones ha suscitado un no muy afortunado escrito por estos días en las redes sociales titulado “el cucuteño promedio”, razón que me llevo a releer un par de veces la posición de la autora con el fin de tomar partido en la mencionada disquisición.
Inicie por buscar como definía la Real Academia Española de la lengua la palabra promedio, respecto de lo cual encontré que la entendía como el Punto en que algo se divide por mitad o casi por la mitad”, es decir, el título del mencionado escrito está haciendo referencia no a toda la población de la ciudad sino a una porción importante de la misma; punto de partida trascendental toda vez que las fronteras de la ciudad no precisamente se erigen en la Rivera, Caobos, Barrio Blanco o en el club Tennis.
San José de Cúcuta, es una ciudad compuesta por 10 comunas y 9 corregimientos  rurales, con algo más de 600 barrios, sin contar los asentamientos ilegales, que nacen permanentemente ante la complacencia ineficiente de las administraciones de turno, donde pulula el gran porcentaje del deshonroso 72% de informalidad y el 18% aproximado de desempleo; lugares que dicho sea de paso, ni siquiera creemos que existen. Esto me lleva a arribar a una primera conclusión con relación al artículo, y es que sus más acérrimos contradictores provenimos de un sector privilegiado y excepcional de la ciudad, que por múltiples situaciones no hacemos parte de esos nefastos porcentajes referenciados, realidades que obligatoriamente nos conllevan a ser excluidos de tajo del promedio de la población de Cúcuta.
Rasgarse las vestiduras por la referencia directa a los “comerciantes” de la ciudad; o por la familia en chevette o Runner que todos los domingos va de paseo al rio Zulia;  o por no saber los nombres de los parques; o por decir que se detiene cualquier actividad que se esté haciendo por explicar una dirección a un desorientado; o por brindar cuando tiene plata, así se quede limpio; o por sentirse millonario en Venezuela al cambiar unos pocos pesos al insignificante bolívar; es egoísta, cortoplacista y miope de nuestra parte, ya que la crítica no debe ser para una ciudadana cuya frustración por lo que está afrontando la ciudad es evidente, sino para nosotros mismos, la porción privilegiada de la ciudad, la cual en gran porcentaje es la culpable de la situación actual. Reitero lo que exprese hace un par de días, esta ciudad esta acéfala de profesionales y dirigentes competentes, la fuga de cerebros es el común denominador, consecuencia en gran parte de los paupérrimos salarios en la empresa privada, que dejan como única salida el sector público, el mismo que maneja los destinos de la ciudad y al cual se arriba no precisamente por los méritos y la preparación.
¡¡¡Dejemos la doble moral, dejemos de ser más papistas que el papa¡¡¡ ocupémonos de los problemas estructurales de la ciudad, los cuales no serán solucionados a través de Facebook, instagram o twitter, medios en los cuales expresamos lo orgullosos que nos sentimos de ser cucuteños, únicamente a través de un “me gusta”, una foto retocada o una frase filosófica; participemos activamente en los asuntos de la ciudad, realicemos control a las inversiones y obras mediante veedurías, castiguemos socialmente a los corruptos y ladrones de cuello blanco que se pavonean cada fin de semana como “doctores” con su séquito de aduladores, extirpemos el egoísmo e individualismo cancerígeno de ver nuestros bolsillos atiborrados de recursos, sin importar a quien pisoteo o perjudico, construyamos al mejor estilo paisa una “logia” de coterráneos en las empresas o instituciones donde trabajemos, en suma, ayudémonos y ayudemos, no con palabras sino con hechos, al desarrollo socioeconómico de nuestra patria chica.
Convirtámonos de esta forma realmente en el cucuteño promedio, en la regla y no la excepción de la sociedad, y que los debates que se susciten en el futuro, no sea el de la crucifixión o no de una ciudadana cuya frustración para con la ciudad se evidencia a flor de piel.